Existen en el mercado asegurador distintas modalidades de seguros de vida contrables. Cada una de ellas está orientada a la protección de unas situaciones concretas que permiten que cada asegurado pueda acotar sus necesidades para elegir la opción más adecuada.

El seguro de vida-riesgo nos permite asegurar nuestra protección personal y familiar ante un eventual fallecimiento o una invalidez, ya sea esta absoluta o permanente.

Es el tipo de póliza más adecuada para aquellas personas cuyo principal interés es garantizar el cobro de un capital suficiente que permita que su familia pueda sobrellevar una muerte o una invalidez repentina del cabeza de familia o del miembro de cuyos ingresos depende la unidad familiar ante la caída de aquellos. También nos permite asegurar el pago del préstamo hipotecario o personal pendiente de amortizar en el momento del fallecimiento o de la invalidez sobrevenida eliminando la carga financiera existente de la deuda bancaria que supondría la pérdida o disminución de los ingresos familiares.

Por otra parte, un seguro de vida-ahorro es actualmente la mejor alternativa de inversión existente para garantizar tus ahorros y poder mantener el poder  adquisitivo de los mismos frente a los tradicionales depósitos bancarios cuyas tasas de interés actuales son prácticamente irrisorias y además producen invariablemente la pérdida efectiva del ahorro o invesión del interesado ya que la rentabilidad anual media de los depósitos ofrecida por los bancos es muy inferior al incremento del Índice de Precios al Consumo real.

El cálculo de las diferencias en rentabilidades mencionadas es tan sencillo como realizar una consulta de la variación anual del IPC, según los propios datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística